Anteriormente habé del horrendo y cada vez más cercano parecido que se tiene entre el mundo virtual y el "real", ya no es la vía de escape que antes teníamos.

Y aunque la comparación de la conducta antiética/antideportiva en los juegos (u otra actividad de ocio) con las actitudes en tierra puede ser algo enferma(por no decir absurda), tras leer esta nota de ALT1040 sobre el mismo caso ya no lo es tanto. Los ragequits pasan en ambos lados.

Ellos también quieren patear el tablero.

NdR: A partir de aquí lea el texto con la voz de Aldo Mariategui, Cecilia Valenzuela o su facha favorito. Si, harto caviar.

La deserción es la desesperación de quien vive de la política porque pierde relevancia, por eso el miedo al voto voluntario y por eso aquí meten cucos con los desertores, la falta de civismo (wat?) ... Exceso de cinismo más bien.

Y es que mientras acá se comienza a pelear por quitar la insensatez del voto bajo amenaza de multa, en Chile los grupos caviaroides quieren traerlo de vuelta frente a los notorios niveles de deserción en las urnas. Osea, si Bachelet ganó con un 68% de los votos válidos, el porcentaje real de la población chilena que ha votado en comparación con los desertores es mucho menor.

En perú fue difícil maquillar eso en la pasada elección de regidores (por hacer cachita a la Caviarán ellos también se fueron de cara) y en España, la elección de Rajoy también tuvo altos niveles de deserción como contexto (el cual fuera de España ni fue mencionado).

La que hizo el pedido fue Camila Vallejo, quien algunos la recordamos por su participación en las huelgas de estudiantes, pero que hace poco pasó a las filas de los otorongos en la tierra de Pinochet. Seguro tiene miedo que los chibolos le den la espalda.

En perú esa medida data de la dictadura de Sanchez Cerro en los años 1930, gestión que creó el JNE. Osea, estamos respaldando una medida dictatorial.

Y más caviar.

Otra perlita (ya en perú) fue un trapito sucio en la web de Ave Crítica, básicamente una respuesta a Rocío Silva Santiesteban (CNDDHH) sobre algunas incomodidades de ese sector. El resultado, recordatorios de conflictos/abusos laborales dentro de las ONG relacionadas a derechos humanos (¿Tan poca plata les da USAID/NED y demás grupetes gringos?), incluyendo la CNDDHH.

Como con INDECOPI y el MINSA, los dólares tienen una manifestación que ya es común entre ellos: disfunción.

Ahora una de nazis

Así como pasa con los caviares, pasa con los fachas y de la peor manera (aunque era previsible): manoseando una palabra hasta hacerla despreciable, la "innovación". 

La Alianza del Pacífico nació enferma, con la misma enfermedad que la UNASUR: la paranoia ideológica antes que cualquier otra cosa. Y es por eso que la publicidad es utilizada para intentar darle cuerda en medio de los conflictos entre sus miembros y las cuestionadas semejanzas que tienen las leyes mordaza que han enfrentado.

Se me cayó Maité Vizcarra (IPAE) al meterse en ese juego, una forma fácil de mandar esa palabra al tacho ("innovación"). Y es que ¿Qué diferente tiene esto respecto a otros acuerdos donde la transparencia es nula (eso incluye a la UNASUR, rojos no se piquen)? ¿Alguien dijo TPP?

Muy aparte de la ya conocida metida de EUA en ambos casos, preocupa que los sectores que apuntan a las ideas acepten alianzas que las traban o impiden con artilugios saber de qué se tratan. Eso en mi opinión les resta legitimidad.

EDIT:  Para que vean que esto no es un berrinche, les recomiendo leer una nota de Blawyer llamada "El lado oscuro de la innovación", que también habla de estos contrastes, así como esta nota de un medio argentino sobre esa "innovación" que preferiría no ver.

¿Tan difícil es ser ético?

Bueno, yo sé que no todo es trampa, pero quienes deberían dar el ejemplo por ello son los que más aceptan las mismas. La diferencia de esto con los juegos es que allá veo pataletas de chiquillos de 12 años colándose en un juego para mayores de 18; aquí veo las mismas pataletas con "expertos" de 60 años (CONFIEP, te hablan), que por mantener el mismo juego hacen que otros se aburran.

Lo peor de todo es que juegan con recursos que no son suyos.