Pensaba escribir esta nota por chiste, pero tras leer bien el análisis de Torrentfreak sobre el escándalo que hizo una damita que voy a comentar luego, la cosa ha tomado seriedad.

Debemos aprender de las kines.

Como decía, me causó gracia la noticia de la ex trabajadora sexual y hoy escritora Vanessa de Oliveira, quien salió casi calata a la Plaza Mayor de Lima protestando contra la "piratería". Pero más gracia me causó el análisis de la mencionada noticia en Torrentfreak (dedicado a la escena p2p y propiedad intelectual), que no dudó en burlarse diciendo que a la RIAA, la MPAA, y organizaciones similares (como APDAYC) les faltan agallas para hacer un escándalo al respecto como el de Vanessa.

Pero lo gracioso no termina ahí. El autor de la nota en Torrentfreak defiende a Vanessa, quien por cierto, ha dado ayer una conferencia en la Cámara de Comercio de Lima, presentando a la vez un libro para "seducir clientes" (pero ya más orientado al Marketing).

Y para esos incrédulos que piensan que se trataba de algún tipo de truco de motivación sexual de publicidad anti-piratería para vender más libros, lávense las mentes sucias.

La nota en resumen saca dos conclusiones, ambas vinculadas a los cambios en los modelos de negocio que también se dan en internet, razón de la comparativa hecha por Torrentfreak:

La primera es la transición de Vanessa, quien trasladó su negocio a otros ámbitos (incluyendo el Marketing) basándose en su pasado como dama de compañía (kine como decimos aquí), teniéndolo como incentivo o mote para su actual trabajo de escritora. Una adaptación que contrasta con el actuar de las entidades de copyright, que solo se esmeran en criminalizar y cobrar cupos como si de cafichos se trataran.

La segunda comparación es más interesante. Vanessa en sus tiempos de kine compitió con el "sexo gratis" (lógico, el sexo amateur no ha matado la prostitución) y le hizo frente, al punto que trasladó su mundo al Marketing. Primero compitió siendo kine y luego compitió vendiendo esa experiencia de una forma diferente.

Señalo en negrita ambas comparaciones (la primera y la segunda).

"Oliveira al parecer, no escribe desde una posición ignorante (de hecho, parece que está creando su propio mercado). Ella admitió que los libros habían sido escritos desde su experiencia personal trabajando como dama de compañía en la que tuvo relaciones sexuales con 5.000 hombres, lo que demuestra que se puede cobrar por cosas normalmente disponibles de forma gratuita".

Nota: Debo admitir que aún no la he leído pero si he visto su forma de publicitarse en más de una ocasión. El mote de la piratería es parte del show (y pone en práctica lo que promociona).

La comparativa kine/caficho que se desprende de ambas conclusiones no solo se limita a internet. Ambas hablan de una toma de la realidad que en los servicios que usamos no se dan, de inacciones de los reguladores comparables a la actual situación del meretricio (favoreciendo el abuso del duopolio en telecomunicaciones, los cafichos en este caso), de ministerios y asociaciones de exportadores que se comportan como cafichos de barriada cuando sus "kines" en forma de tratados no valen lo que se paga y encima no son ni de lejos lo que se anuncian (como cierto foro de "kines top")...

La actitud de caficho es más común de la que cree, me pregunto si esos fichos también correrán por el libro XD.