Imagen: tomada del centro de atención de Claro en el Open Plaza Angamos. Desafortunada coincidencia, la cinta hace que el texto diga "limitada donde quieras" o "imitada donde quieras"; ambos hacen buena referencia a Claro, por las atrocidades reveladas en su servicio y el mal ejemplo que Bitel ha replicado en sus planes de datos. Bueno, hay más bestialidades en camino.

Cuando usted reclama neutralidad de la red, usted reclama comunismo.

Patéticas fueron las declaraciones de ¿Otra vez? Mario Zúñiga (Contribuyentes por Respeto) para la revista Forbes, tildando el concepto de neutralidad de la red como "populismo microeconómico" o "socialismo de infraestructura", floreando que si en EUA no era viable el reglamento de neutralidad en perú mucho menos.

Anteriormente lanzó este floro en el perú y terminó completamente desmentido, recordando nuevamente que los mismos operadores (tanto en EUA como en perú) son los que vienen condicionando con amenazas la implementación de infraestructura, tal como vimos con la renovación de Telefónica o las amenazas de Verizon y AT&T incluso antes que el recortado reglamento gringo de neutralidad apareciera.

De hecho, cuando salió la nota de Forbes también se anunció una multa contra AT&T por desinformar sobre los límites de descarga que impone a sus planes móviles, uno de los puntos que Zúñiga defiende.

El tabú de la neutralidad en el perú.

Del tema anterior hago un recordatorio sobre esto. Desde hace años se vino hablando en este espacio de la importancia de la neutralidad de la red (hasta la redacción mulera sacó un vídeo que ha quedado en el olvido, allá por el 2013). Pero lejos de comprender como esto influye en la calidad y costo del servicio de internet, muchos han recurrido a la excusa del operador nuevo (como pasó con Bitel) y el conformismo de tener solo un servicio disponible.

En Ecuador se vive esta pelea luego que SUPERTEL (equivalente mono de OSIPTEL) se pusiera a defender a los operadores y varios advierten del peligro de los planes de "feis ilimitado" y similares, el riesgo de privilegiar a un grupo reducido de servicios el acceso a la red.

Y la SIP como es de esperarse, contribuye al engaño llamando internet a ese corralito, a pesar que en el resto del mundo le sacaron la careta a internet.org, el maléfico plan de Mark Zuckerberg.

NdR: Cómo has cambiado pelona. Sobre la neutralidad de la red la redacción mulera dejó dos notas; una haciendo cherry a la ley 29904 en el 2012 (antes del cambiazo del D.S. 014-2013) donde se podía ver a OSIPTEL saludando la medida y otra en el 2013, acerca de la olvidada resolución 042-2013-CD (que no llegó a aplicarse), que buscaba poner fin a los data caps que Telefónica intentó colar al internet fijo y que Bitel ha resucitado este año para el internet móvil.

Ahora algunos miembros de la RCP (matriz de La Mula) tras los recortes a la neutralidad de los últimos tres años, defienden las volteadas en el caso.

La autoridad como un delincuente más, otra vez.

El cuco de la mano dura está que se pudre. Se pide toque de queda cuando tenemos policías y militares muy ligados al hampa (sin incluir los congresistas), se sugiere registrar todos los equipos celulares cuando el problema no está en los teléfonos sino en la nula fiscalización a los operadores. una movida que solo favorece a los operadores.

Hace poco pillaron a Claro dando cobertura sospechosa a un penal y lo más probable es que eso a duras penas termine en multa sin mayor investigación (como pasó con el caso Rosendo Arias) y sobre la venta indiscriminada de líneas sin identificacion, no hay hasta ahora ninguna investigación al OSIPTEL de Ruiz por esa ceguera intencional (solo dos batidas hechas multa por este concepto en lo que va de su gestión). Ahora pretenden cubrir esa irregularidad con más burrocracia para el usuario.

Y hablando de OSIPTEL, igual de patético es ver que ese regulador eche la culpa a la web del pésimo servicio en el perú cuando la gordura de las páginas puede ser resuelta exigiendo que se mejore el servicio, cosa que OSIPTEL muy por el contrario, ha venido desregulando. Una conchudez más por parte del regulador, ¿Quién tira la segunda piedra?