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Publicado: 2014-01-07

Fuente de la imagen: Stickycomics.

¿A Quién no le ha pasado? Desechamos las promesas de tapar un hueco de seguridad o una mejora funcional porque nos parecen molestas. Esto ocurre incluso con quien paga por el software.

Cuando instalas Windows 7 por primera vez, Windows Update te sugiere descargar la friolera de 720MB en parches de emergencia (hotfix), sin contar su horrendo navegador (Internet Explorer). Y eso, suponiendo que tienes el Service Pack 1, que son otros cientos de MB.

Tomando en cuenta la paupérrima calidad del servicio de internet y las restricciones cada vez más recurrentes al servicio, descargar esto es deprimente (De hecho, OLO no se lleva bien con Microsoft, ni siquiera con Windows Update).

 Ahora agreguemos algo de paranoia, que tras deshabilitar las actualizaciones automáticas un programa de tu PC lo revierta por capricho rellenándote de mejoras innecesarias a última hora, saliendo de la oficina (McAfee, Norton, ESET y Kaspersky lo hacen, en Avast ese capricho cuesta =P) y no se te ocurre peor idea que forzar a detener esa actualización de marras que sale al apagar.

Ese caso fue mi último cachuelo. Un apagón en pleno cambio de parches inutilizó Windows 7, al punto que se jaló los datos del escritorio (parece que el hotfix era para el explorer.exe o algún archivo relacionado) y el programa de recuperación de Lenovo.

Como esa actualización sobreescribió parte de la data perdida, poco se pudo hacer para recuperarla (recuperó lo justo para su chamba, unos modelos de contrato), luego vino la formateada. Perdiste un día por una actualización que no querías.

Esa terquedad.

En otro caso fue el McAfee Antivirus el causante de un problema parecido. Cero controles y la ausencia de un boton de STOP para un momento delicado, se cortó la conexión y pantalla azul. Tuve que aplicar algo de "magia" para que el disco duro vuelva a la vida (Testdisk BTW!) y hacer que Restaurar Sistema funcione para quitar el antivirus y los archivos de Windows Update que se corrompieron con el colapso... si le da la gana de funcionar (afortunadamente le dio).

Y por esto ese software guarda mucha relación con los bancos peruchos (ASBANC): se empeñan en volver una opción en obligación.

Como la terquedad de sus rogueware favoritos que muchos llaman antivirus, los bancos quieren que tú pases por ellos hasta para ir al baño. Una nota de prensa reciente tiene esa sugerencia exagerada y sabemos que el lobby de los bancos es fortísimo, al punto que impusieron una ley mordaza en pocas horas.

Ellos nunca se preocuparán por tu seguridad, se preocupan que acudas (o no) a ellos hasta por lo más absurdo. Por ellos se ha maleado la idea de mejorar el software (abandonando una versión a medias para que compres otra a medias), de la misma forma como se malea la idea de mover dinero.

La existencia de Linux no es excusa.

El cuco de los piratas es un factor que amplifica más los problemas, tratando al cliente como preso de su propio producto, como pasó con la herramienta de verificación de Windows Original el año pasado, que no funcionaba con sistemas de 64 bits. 

Compré Win 7 Ultimate solo por el "modo XP" y me llevé el fiasco que debía descargarlo por separado. Al final tuve que usar el Virtual PC 2007 (freeware aún disponible desde M$) porque el Modo XP tiene aún más problemas cuando superas ese. ¿Qué le cuesta a M$ liberar los Windows que ya no da soporte?

Y claro, salen los "freetards" y hasta los trolls del copyright a eructar "pásate a linux y no llores hdp", defendiendo en cierta forma los maltratos de quien te vende el software.

Como decía, la existencia de Linux no es excusa para soportar el fiasco, la hipocresía en la que se ha vuelto el mal llamado "libre mercado" (más intervencionista que una #concentraciondemedios, por cierto).

¿Soluciones?

Tirar del cordón es la más fácil (no internet, no updates), ¿Pero qué pasa si ya descargó algo? En ese caso no queda otra que darle paciencia a que la actualización complete su actividad, que no les pase como en los casos mencionados. Será una molestia que evitará otra.

Ya terminado el asunto, hay un remedio algo cruel para Windows Update. Vaya al Menú Inicio - Ejecutar (o aprete la tecla de Windows + R) y escriba services.msc. Esto lo llevará a los servicios de Windows como verán en la imagen (puede que le salga una ventana pidiendo permiso antes de proceder).


De la lista, vayan directamente hacia Windows Update como en la imagen (si usan Windows XP, el equivalente se llama "Actualizaciones Automáticas"), clic derecho y propiedades. Verán algo como esto.


Donde dice "tipo de inicio" hay una lista descolgable, cámbie la opción a "Deshabilitado", detenga el servicio (el botón "Detener") y acepte los cambios. Windows no volverá a joderle la chamba.

Ahora, esto es con Windows, ¿Qué hay del resto de software? Acá la cosa varía mucho.

Como decía, algunos programas no dejan tener control sobre lo que hacen (ej. el McAfee), por lo que recomiendo reemplazarlos por otros que sí lo tienen. Otro programa chinchoso con los updates el Reader de Adobe; si no te importa prescindir del OCR que incorpora su lector, alternativas más ligeras como Foxit y Sumatra no son tan paranoicas con las actualizaciones.

Y finalmente, ¿Qué pasa si necesito actualizar el software?

- Asesórese. Busque en foros qué tan relevantes son algunos parches, aunque son pocos los casos donde ud. realmente va a necesitar semejante investigación (ej. instalar Internet Explorer 10, que pide cinco actualizaciones específicas). 

- Descárguelos manualmente. Utilitarios como WSUS Offline pueden alistar un compilatorio de parches (el cual como dije, puede llegar a pesar cientos de MB), cosa que puede ser también de utilidad a la hora de reinstalar el sistema.



Escrito por

chillinfart

Subempleado, aprendiz de pervertido y sobre todo CONSUMIDOR INDIGNADO.


Publicado en

V de Vergüenza

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