Copypasta de Perú Hardware.

Como dije al final del post anterior, a veces el silencio es la mejor defensa. Y eso es lo que la prensa está permitiendo del MINCETUR.

Ayer en La República salió un artículo que juega a dos cachetes (nuevamente) sobre el caso Rudy Palma, tratando de minimizar las irregularidades detectadas en su detención (aunque menciona de forma vaga que hubo irregularidades), a la vez que se termina afirmando que nada del supuesto material chuponeado por Rudy era de carácter reservado, cosa que si fue su detención y la censura a los artículos contra el TPPA en Gestión y La Mula.

Y como se recuerda, la mercenaria SIP no dijo ni chopin (pese a ocurrir cosas peores que las de Ecuador en su pepa como este caso), a duras penas el IPYS dirigió algunas palabras (y no fue por Rudy).

Pero lo más aberrante del caso es cómo ahora tratan de desviar la atención del. Ahora se habla de un "extorsionador" acosando al MINCETUR sobre supuestas conversaciones privadas, de que mandan a Google a buscarlo... hasta hablan de que ese ministerio anda en burradas con las contraseñas de acuerdo a una confesión del jefe de red y servidores Jimmy Fajardo. ¿Tontos o pendejos? Lo primero lo dudo, porque el tonto no se calla.

Un circo en pocas palabras, un circo que solo tiene una finalidad, seguir tapando la nula transparencia de la gestión del MINCETUR sobre los tratados comerciales y sobre todo, su silenciosa complicidad en peligrosas medidas contra los D.D.H.H (alcanzando a internet de yapa) en esos tratados.

Y pese a las irregularidades del caso, ni un medio de prensa se atreve a sacarle algunas palabras al ministro Silva por ello, prefiere prestarse para la chacota.

Esta situación de la búsqueda de hiperregulación y censura no solo se vive en internet con estos TLC o la infame Ley Beingolea. Fuera de línea se suma la cuestionable ley del negacionismo, que en medio del sospechoso blindaje a dos genocidas ligados al narcotráfico pretende censurar todo cuestionamiento a una "verdad" que nos fuerzan a decir, una "verdad" escrita por esos genocidas y propagada por la prensa para apoyar descaradamente algo que supuestamente, también los amordaza.